Ana Fernícola.
Departamento de Artes Visuales «Prilidiano Pueyrredón». Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA).
El presente trabajo propone una reflexión sobre la relación dibujo y escritura. Un nexo entre siameses que el propio proceso evolutivo se encarga de escindir, y queda cristalizado en la línea invisible que conduce del pictograma al alfabeto. La aparición y
desarrollo del dibujo y la escritura requirieron de condiciones diferentes: mientras la evolución del cuadrupedal al bípedo dotó al hombre de manos para manipular y dibujar; la organización de masas de individuos en una estructura social y política, condujo a la
necesidad de la escritura. No obstante ambos comparten un rol en este juego: atesorar la memoria de la humanidad.
En publicaciones anteriores analicé la obra de artistas que transitaron ese camino de regreso hacia la fuente primordial de donde fluyen a la vez dibujo y escritura. Un gesto que unió a poetas y dibujantes en un mismo juego liga de modo misterioso las
producciones de Aplollinaire, Mallamé, Edgardo Vigo, Joan Brossa, Xul Solar, León Ferrari, y otros.
Esta nueva investigación profundiza el análisis extendiéndolo hacia el graffiti -ubicado en el cruce de dos sistemas semióticos diferenciados: el gráfico y el escritural- que plantea acaso por su misma naturaleza, un ámbito adecuado desde donde ampliar el
debate del vínculo dibujo-escritura.
Las principales líneas del trabajo se sustentan en:
- Concepción del dibujo como forma de pensamiento.
- Relación etimológica de los verbos escribir y dibujar
- Evolución de la escritura: desde el pictograma al alfabeto.
- Origen y evolución del graffiti.
- Complejidad del graffiti como forma de comunicación
Los interrogantes y consideraciones aquí surgidos no tienen el propósito de arribar a ninguna conclusión definitiva, aunque si de propiciar la reflexión sobre el inefable milagro secreto de la creación.