Zelma, Raquel Dumm y Carosella, Sonia.
Universidad Nacional de Moreno (UNM).
Nuestro artículo se enmarca dentro del proyecto de investigación en curso “Configuraciones sociales y prácticas artístico-discursivas en tiempos de las narrativas transmedia: incidencias, lecturas y experiencias de articulación comunitaria en el contexto territorial de la Universidad Nacional de Moreno (UNM)”, radicado en el Centro de Estudios para el Desarrollo Territorial (CEDET) de esta Universidad. Dentro de las diferentes aristas que aborda nuestro proyecto, parte del equipo de investigación se ha centrado en estudiar la práctica artística del rap y su improvisación en competencias, el Freestyle. El escrito presenta parte de los resultados preliminares del trabajo realizado hasta el momento, desde la perspectiva del estudio de caso de la producción de un estudiante de la UNM que, además de practicar estas actividades artísticas, organiza competencias de Freestyle presenciales y virtuales, compone sus propias canciones, realiza los videoclips musicales de las mismas y los difunde a través de las redes sociales.
En la última década, de manera progresiva, los jóvenes están teniendo un rol activo en la realización de prácticas culturales como impulsores de tecnologías digitales en áreas de la creación y comunicación cultural (Canclini, 2012). En este sentido, resulta de interés analizar, por un lado, las particulares resignificaciones locales que tienen los productos culturales de carácter global y, por el otro, los modos en que los jóvenes se constituyen en una suerte de emprendedores culturales que despliegan una serie de actividades creativas y expresivas, tanto a través de espacios presenciales como de plataformas digitales. Ambos aspectos serán estudiados a partir de los resultados de una entrevista en profundidad y del análisis de letras de canciones propias del sujeto. Resulta de interés en este trabajo recuperar estudios como los de Abeillé (2020) y Camargo (2007), que describen cómo la globalización del rap (cuyos orígenes en los ‘70 fue de carácter marginal y contestatario) no implicó un obstáculo para que grupos locales se apropiaran de esta práctica cultural y la resignificaran en sintonía con sus propios ideales, valores y creencias. En ese sentido, seguimos la línea argumental de Barbero cuando afirma que: “…la cultura de masa se construye activando y deformando al mismo tiempo señas de identidad de la vieja cultura popular, e integrando al mercado las nuevas demandas de las masas” (Barbero, 1987: 135). A su vez, resulta relevante para nuestro marco temático, la noción de “clase creativa”, universo en el que existen diversos modos en que los jóvenes pueden situarse dentro de los escenarios culturales, en los que se ubican a la vanguardia respecto del acceso y manejo de las tecnologías comunicacionales (Canclini, 2012). Desde esta mirada, el concepto de “industrias creativas” —fundamentadas en una “economía creativa” que se encuentra aparejada a los cambios tecnológicos, la creciente digitalización y las nuevas formas de comunicación— es pertinente para entender cómo nuestro entrevistado se constituye en una suerte de “emprendedor creativo” que aspira a vivir de la música, para cuyo propósito las redes sociales cumplen un papel fundamental (De Angelis, 2020).
Nuestro sujeto adoptó localmente el producto global del rap apropiándose de este género y dotándolo de significaciones que se distancian del rap comercial, basado en un culto al consumismo y el abuso de la agresión verbal como herramienta privilegiada de lucha en las batallas de Freestyle. El análisis discursivo de las letras de sus canciones pone de manifiesto valores como la solidaridad, el respeto a la diversidad, la igualdad de derechos y la inclusión social, a la vez que discute con la “hipocresía” social. Por otro lado, si bien aspira a poder vivir de la música y reconoce la necesidad de tener un soporte económico para sostener su actividad artística en el tiempo, expresa que prioriza la manifestación del hecho artístico y la transmisión de un mensaje comprometido con sus propios valores, por encima de la dimensión comercial. Estas particularidades nos conducen a pensar que. en las reapropiaciones de un género, siempre hay margen para la aparición de marcas autorales que definen el producto como una alternativa diferente a las que se consumen globalmente.