Nava, Ana Julieta.
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
¿Hay lugar para la pregunta por aquello que conforma nuestra cotidianidad al punto en que se encuentra profundamente naturalizado? El suelo que pisamos, el aire que respiramos, el techo que nos guarece, la forma en que nos trasladamos. ¿Es posible una mirada extrañada de aquellos fenómenos que de tanto hábito parecen naturales? Nos acostumbramos a cuestionar problemas complejos para terminar, muchas veces, simplificándolos; que a indagar sobre las cuestiones más simples y cotidianas con el objetivo de complejizarlas. Algo que aprendimos, sobre todo, de los feminismos. En el prólogo de “Vivir una vida feminista” de Sara Ahmed (2021), Támara Tenenbaum señala que “cuando habla de vivir una vida feminista, lo que quiere afirmar es que esto no vendría a ser aplicar principios teóricos feministas a la vida cotidiana, porque el conocimiento se construye también en la vida cotidiana” (p.13).
La colectiva La Ciudad que Resiste y su proyecto veredas en el marco del programa de extensión universitaria “Arte, género y espacio público/parte 3 – Ciudad feminista desde los barrios” de la Universidad Nacional de La Plata, trajo la pregunta ¿Cómo volver a la vereda? (2021). Una pregunta que asume que ya no estamos ahí, pero que, a la vez, eso no es irreversible. El acto de cuestionarnos importa más que la respuesta, pero ¿cómo conseguimos que la pregunta llegue a más personas? En este caso la respuesta sí importa e involucra a múltiples miradas. Las diferentes acciones que se llevan adelante desde el grupo son resultado de un entramado de ideas que provienen de la arquitectura y el urbanismo, de la sociología, de la filosofía, de la literatura, del arte e incluso de los saberes como el cooperativismo y la gestión cultural. El campo de la comunicación tiene una función clave: estudiar los diferentes actores que entran en juego, analizar el contexto y sus condicionamientos y establecer los objetivos para poner diseñar las estrategias de comunicación más adecuadas. El rol aglutinante de la comunicación también debe hacer surgir nuevas preguntas en clave de pensar el desafío de la deconstrucción de la ciudad.