Diomedi, Luciana y Sánchez, María Lucía.
Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE). Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Como investigadoras en comunicación nos proponemos en este artículo establecer diálogos acerca de cómo se relacionan nuestros temas de investigación, enmarcados en becas de doctorado, con el campo de la comunicación/educación. De este modo, buscamos reflexionar acerca de cómo la cultura digital se articula con las experiencias de lectura y escritura de estudiantes de 6° año de secundaria y primer año de la universidad.
En este sentido, partimos de comprender que los/as/es jóvenes hacen uso de las tecnologías y estas inciden en las experiencias de las prácticas de lectura y escritura. Desde esta mirada, buscamos focalizar en las tramas propias de la actualidad que reconfiguran al campo de la comunicación/educación y abren nuevos horizontes para comprender las relaciones entre cultura, educación y procesos políticos.
Al respecto, entendemos que:
Comunicación/educación no es una sumatoria de disciplinas, de hecho, la barra como elemento gráfico que colabora a pensar una articulación indisociable tiene una trayectoria propia del campo de la comunicación en el sentido inseparable con la cultura.
(Martín ,2021, p.67)
Entonces, al situarnos en las tramas del contexto actual, la cultura digital es constitutiva de las identidades de los/as/es sujetos/as/es. De este modo, mirar desde la comunicación/educación nos permite entender las implicancias de esos/as/es sujetos/as/es con el uso de las tecnologías en el ámbito educativo. En este aspecto, la experiencia de la pandemia resulta un antecedente crucial para revisar el presente contexto ya que, durante la crisis sanitaria, los entornos virtuales y el uso de tecnologías digitales protagonizaron distintas esferas y se ubicaron también como la principal herramienta de interacción social.
Al respecto, este proceso que describimos condujo a la incorporación, en mayor medida, de la cultura digital en el aula, es decir, a la transformación de las lógicas de enseñanza y de aprendizaje. Y con ello, la pandemia demostró las desigualdades previas y en muchos casos las hizo visibles sabiendo que no son nuevas. La conectividad, el acceso a dispositivos y la formación en las habilidades fundamentales que requieren la ciudadanía digital se encuentran ya dentro del conjunto de competencias básicas que debemos garantizar en los trayectos formativos (Novomisky & Ortiz, 2022, p.26).
Es decir que, ante estas problemáticas el campo de la comunicación/educación se ubica ante diversas transformaciones en lo educativo y la cultura. En tanto que, las tecnologías digitales son parte de las cotidianidades, por lo que para rastrear los puntos de interpelación e identificación en los/as/es estudiantes es fundamental comprenderlas como herramientas pedagógicas. Estas «son espacios de encuentro y construcción de
subjetividades para las y los jóvenes. Esto no niega la existencia de otras formas de estar siendo y habitar el mundo por fuera de ellas, sino que se convierten en un espacio más, quizás el más preponderante (Sánchez, 2018, p. 45)». Por lo que una mirada desde la comunicación/educación se sitúa en reconocer estos mundos culturales y nuevos universos vocabulares que se constituyen en las prácticas de lectura y escritura con las tecnologías.
En estas formas de aprendizaje que proponemos revisar consideramos revisar cuáles son las apropiaciones pedagógicas de las juventudes. Al respecto, tomamos como referencia la descripción de Scolari (2008) en donde describe ese pasaje de las lecturas intensivas hacia las extensivas, característica de la dinámica en la que se rige el consumo actual: «las lecturas intensivas son profundas y se centran en un medio cada vez (leer un libro, ver una película, escuchar un disco) mientras que las extensivas son más superficiales y se caracterizan por un consumo multimedia» (2008, p.288). En esta transformación como marca de la actualidad, distinguimos también la abundancia en la circulación de información en las redes sociales, como espacios en donde los/as/es jóvenes practican la lectura y escritura.
De este modo, observamos que, en el marco de estos procesos de producción de sentidos, en el campo de la comunicación/educación se articulan aquellos «procesos y prácticas que se dan en los contextos de interrelación entre la cultura y la política» (Huergo, 1997,p.12). Por lo tanto, las transformaciones sociales de la actualidad, en donde convergen diversas prácticas en torno al uso de las tecnologías para la lectura y escritura.
En este aspecto, entendemos que las tecnologías no son meros instrumentos sino que, el punto está en reconocer cómo estas «afectan de manera profunda, y quizás ya sin vuelta atrás, nuestra forma de ser y de estar en el mundo» (2020, p.24). Es así que nos encontramos ante diferentes desafíos y disputas que emergen con estos procesos en donde el acceso a la conectividad y a las tecnologías es desigual, y sin embargo, constituye nuevas formas de circulación y trabajo con los saberes.